viernes, 23 de diciembre de 2011

CUENTO DE NAVIDAD (nació en Sevilla)


CUENTO DE NAVIDAD
(Nació en Sevilla)




CORO EPOPEYA

C O R O   E P O P E Y A

DIRECTOR: Ricardo Martínez Villar



VOCES MASCULINAS:
Castizo Acedo, Manuel
González Valle, José Antonio
Linares Guzmán, Antonio
López Castillo, José Antonio
Nogales López, Miguel Ángel
Núñez Marroquín, Luis
Venegas García, Luis


GUITARRAS:
Del Sol Valle, Juan Fco.
Penalba Virella, Manuel
Rivero García, José Antonio

 
 
VOCES FEMENINAS:
Angulo Sánchez, Julia
Ceballos Guerrero, Mª Dolores
Jurado López, Olga
Montero de Espinosa Gómez, Elia
Navarro Gutiérrez, Esperanza
Pérez Heredia, Naty
Pérez Moreno, Mari
Pliego Morilla, Yolanda
Portillo  Delgado, Beatriz
Rodríguez González, Maribel
Rojas Márquez, Rafi
Ruiz Florencio, Isabel
Ruiz Rojano, Vicen
Valdenebro Pereda, Isabel
Villalba Narváez, Mª Jesús


PERCUSIÓN:
Vázquez Delgado, Moisés

RECITADO:
Luis Núñez Marroquín y Antonio Linares Guzmán

TEXTOS Y POEMAS:
Antonio Linares Guzmán

CUENTO DE NAVIDAD
(NACIÓ EN SEVILLA)

ESCENAS
VILLANCICOS
I
CUENTO
POPURRÍ
II
EL ARCÁNGEL GABRIEL
SEVILLANAS DE NOCHEBUENA
III
EL SUEÑO DE JOSÉ
EL TARANTÁN
IV
LA CUESTA DEL CARACOL
HACIA BELÉN
CAMINABA
V
ENTRANDO EN SEVILLA
LA VIRGEN
COMO ES GITANA
VI
ALLÁ POR TRIANA
LA SEÑÁ SANTANA
VII
POR LA PUERTA DE JEREZ
LA FUENTE
DEL COLOR
VIII
LARGA  AVENIDA
SACA AGUA DEL POZO
IX
EN EL ARQUILLO
NOCHEBUENA ROCIERA
X
YA NACIÓ
Y OCURRIÓ
XI
LOS PASTORES
CANTAD PASTORES
XII
TRES REYES
OLÉ, OLÉ, OLANDA


 I (CUENTO)

         Dicen que nació una noche fría y oscura, cuando sus padres María y José fueron, en los aciagos tiempos de Augusto, a empadronarse a Belén. Pero yo, en mis sueños he visto otra estampa, más real, más cercana.

         Os voy a contar mi cuento, cuento de Navidad que sucedió en Sevilla:

         Jesús vino a nacer a la tierra de su madre,
         donde florece el azahar y aroman los nardos,
         donde el cielo es palio infinito de estrellas,
         y las golondrinas trinan al caer la tarde.

 




INTRODUCCIÓN  (POPURRI)


                                      En el Cielo se alquilan balcones
                                      para un casamiento que se va a hacer.

                                      Que se va a hacer, que se va a hacer.

                                      Que se casa la Virgen María
                                      con el patriarca señor San José

                                      Señor San José, señor San José

                                      Que se casa la Virgen María
                                      con el patriarca señor San José.

        

                                      Alegría, alegría, alegría
                                      alegría, alegría y placer
                                      que ya viene María a Sevilla
                                      con el señor San José. (bis)

        

                                      Con azúcar           (con azúcar)
                                      y canela                (y canela)
                                      y perejiles y hierbabuena.
                                      De la casa             (de la casa)
                                      Ave María             (ave María)
                                      iba a casarse la más buena.

                                      Con azúcar           (con azúcar)
                                      y canela                (y canela)
                                      y perejiles y hierbabuena.
                                      De la casa             (de la casa)
                                      Ave María             (ave María)
                                      iba a casarse la más buena.

II (EL ARCÁNGEL GABRIEL)

         Fue el arcángel Gabriel, el que un buen día, allá por tierras del Aljarafe, anunció a María que concebiría un niño. Un niño que nacería en su tierra, en la  Tierra de María, y que demostraría al mundo que se puede y debe vivir haciendo el bien, sin necesidad de pisotear al prójimo ni aprovecharse del débil. Ese mensaje es el que debía transmitir al mundo, y para ello su alumbramiento debería ser en una tierra donde la luz inundara sus calles y un despliegue de aromas sus primeros llantos acunaran.

Un mensaje ha llegado,
a la ciudad de la luz .

Un mensaje ha traído,
prendido entre sus alas.

Un mensaje nos ha dejado,
lleno de paz y esperanza.

Ya suenan por sus calles
cantos de amor y alegría.

Ya suenan las sevillanas,
anunciando un nuevo día.


SEVILLANAS DE NOCHEBUENA:


(I)

La Virgen está lavando
y tendiendo en el romero,
los pajarillos cantando
y el romero floreciendo.
Que esta noche es Nochebuena
y mañana es Navidad
y mañana es Navidad
dame la bota María
que me voy a emborrachar.


(III)

La Virgen se está peinando
entre cortina y cortina
los cabellos son de oro
y el peine de plata fina.
Que esta noche es Nochebuena
y mañana es Navidad
y mañana es Navidad
dame la bota María
que me voy a emborrachar.

(II)

En el portal de Belén
hay estrellas, sol y luna
la Virgen y San José
y el Niño que está en la cuna.
Que esta noche es Nochebuena
y mañana es Navidad
y mañana es Navidad
dame la bota María
que me voy a emborrachar.


(IV)

En el portal de Belén
han entrado los ratones
y al pobre de San José
le han roído los calzones.
Que esta noche es Nochebuena
y mañana es Navidad
y mañana es Navidad
dame la bota María
que me voy a emborrachar.









III (EL SUEÑO DE JOSÉ)

         Y María y José emprendieron su camino, pasito a paso, recorriendo las veredas bajo la sombra de los pinos. Ella a lomos de una vieja mula, él tirando de las riendas y pensando en su destino. Al llegar la noche y al cobijo de un quejigo, la dulce pareja
descansa vencida. José intranquilo no concilia el sueño. Y del sueño rendido surgen imágenes de luz y promesa.


María se duerme,
José se desvela,
y un sueño divino
resuena en la era.

El tarantán en su mente golpea,
y las horas pasan en su duermevela.

A la una José desespera,
a las dos ya cabecea,
y a las tres, dormido se queda.

Y el tarantán lejano resuena,
acunando su sueño
a la ea, ea, ea.



EL TARANTÁN

Tarantán cuando daba la una
para ver al niño en la cuna
al niño recién nacido
que nació en la nochebuena
y en Belén y en un portal.
Que si tarantán cuando daban la una
que si tarantán cuando daban las  dos
que si tarantán cuando daban las tres
la Virgen María y el niño Manuel.

Los pastores que supieron
que el niño quería leche (x2)
Hubo un pastor que ordeñó
 las cabritas 20 veces (x2)

Tarantán cuando daban las dos
por ver al niño de Dios
el niño recién nacido
que nació en la nochebuena
 y en Belén y en un portal.

Que si tarantán cuando daban la una
que si tarantán cuando daban las  dos
que si tarantán cuando daban las tres
la Virgen María y el niño Manuel.

Los pastores que supieron
que el niño Dios estaba cuero (x2)
Hubo un pastor que esquiló
cuatro, cinco o seis borregos (x2)







Tarantán cuando daban las tres
 por ver al niño Manuel
al niño recién nacido
que nació en la nochebuena
y en Belén y en un portal.
Que si tarantán cuando daban la una
que si tarantán cuando daban las  dos
que si tarantán cuando daban las tres
la Virgen María y el niño Manuel.

Los pastores que supieron
que el niño quería juerga (x2)
Hubo un pastor que rompió
10 pares de panderetas (x2)

Tarantán cuando daba la una
para ver al niño en la cuna
al niño recién nacido
que nació en la nochebuena
 y en Belén y en un portal.

Que si tarantán cuando daban la una
que si tarantán cuando daban las  dos
que si tarantán cuando daban las tres
la Virgen María y el niño Manuel.

Que si tarantán cuando daban la una
que si tarantán cuando daban las  dos
que si tarantán cuando daban las tres
la Virgen María y el niño Manuel.     









IV ( LA CUESTA DEL CARACOL)

         Al despuntar la mañana, María despierta y sonríe a José que todavía está alerta.  Y prosiguen su viaje, con su humilde borriquita, a la ciudad de la magia y la esperanza, y bajando por la Cuesta del Caracol vislumbraron un destello de luces, que envolvía todo con su resplandor. José sintió en su corazón pálpitos de alivio y María suspiró al ver la ciudad de sus sueños.

Por la Cuesta del Caracol
se vislumbran tres figuras.
Son María y José
y una pequeña mula.

Bajan la cuesta azarosos,
María con sus suspiros,
José lleno de gozo
y la mula con su trote
alegre y bullicioso.








HACIA BELÉN CAMINABA



Hacia Belén caminaba,
Señora Virgen María
y el bueno de San José
marchaba en su compañía.
Ornadita de Belén
con gusto te abrigaría.

Que va cayendo la nieve
y está la noche muy fría (Bis)

Deprisa señor José,
tire de la borriquilla,
que ha de nacer en Belén
la más grande maravilla.
Iban solitos los dos,
ninguno se entretenía,
hablando cosas de Dios
le dan la noche y el día.

Llegados solos a Belén,
mesón y posá no había
y al pobre de San José
las lágrimas le caían.
No te apures dulce esposo,
dice la virgen María.

Que si otra cosa no hallamos
aquel portal bastaría (Bis)
Un pesebre han encontrao
donde dos bestias había,
la Virgen como es tan buena
al carpintero le decía:
"Acuéstate buen marido
hasta que amanezca el día,
que si llegase la hora
yo misma te avisaría".

A eso de la media noche
sintió que un niño gemía
despertóse el patriarca,
despertó de la alegría,
¿por qué no me has avisao?
Esposa, esposa María.

Que ha nacido el rey del mundo
mientras que el mundo dormía (Bis)

1,2,3

Mira si es grande
que siendo Dios
en un pesebre,
pobre nació (3 veces)



V (ENTRANDO EN SEVILLA)

         Entrando están en Sevilla, la ciudad de su dulce infancia. María sueña su niñez, por el barrio de Triana, jugando en el Altozano, con sabor de velá y cucaña. José añora sus juegos junto al arco de la Macarena, piola, tejo y billarda, se agolpan en su recuerdo.

Ella, de caba gitana,
criá en la blanca orilla
del blanco río de Sevilla,
en el barrio de  Triana.

Él, payo de dulce avena,
nacío a la fresca sombra,
donde resuena la copla,
junto al Arco de la Macarena.

Ella gitana y  él gachón,
se mezcla la roja sangre
porque el amor puro se abre,
dando vida a un fruto de pasión.








 



LA VIRGEN COMO ES GITANA

La Virgen como gitana
a los gitanos camela
San José como es gachón
se rebela, se rebela

La Virgen lavaba,
San José tendía,
La Virgen lavaba,
San José tendía,
ay curricutí,
ay curri curri cutín
agua le traía,agua le traía,agua le traía.

Madroños al niño no le demos más
que con los madroños se puede emborrachar
que sí,que no...
Rocío se llama la madre de Dios.

La Virgen vendió la mula
porque le daba coraje
San José como es gachón
atrincó su corretaje
La Virgen lavaba,
San José tendía,
La Virgen lavaba,
San José tendía,
ay curricutí,
ay curri curri cutín
agua le traía,agua le traía,agua le traía

Madroños al niño no le demos más
que con los madroños se puede emborrachar
que sí,que no...
Rocío se llama la madre de Dios Madroños al niño no le demos más
que con los madroños se puede emborrachar
que sí,que no...
Rocío se llama la madre de Dios
Los gitanos son de bronce
y los payos de hojalata
y el chabea del portal mejor que el oro y la plata

La Virgen lavaba,
San José tendía,
La Virgen lavaba,
San José tendía,
ay curricutí,
ay curri curri cutín
agua le caía,agua le caía,agua le caía

Madroños al niño no le demos más
que con los madroños se puede emborrachar
que sí,que no...
Rocío se llama la madre de Dios.

La Virgen estaba guisando
y miraba las estrellas,
mientras que el niño cantaba,
con el Coro de Epopeya.
La Virgen lavaba,
San José tendía,
La Virgen lavaba,
San José tendía,
ay curricutí,
ay curri curri cutín
agua le traía,agua le traía,agua le traía

Madroños al niño no le demos más
que con los madroños se puede emborrachar
que sí,que no...
Rocío se llama la madre de Dios Madroños al niño no le demos más
que con los madroños se puede emborrachar
que sí,que no...
Rocío se llama la madre de Dios





VI (ALLÁ POR TRIANA)

         Pasando el Puente de Barcas, entrando están en Triana. María quiere descansar y pararse para visitar a su madre, la “señá” Ana y a su esposo Joaquín, trianeros de pura cepa y alfareros de arte pleno. Su madre llora de alegría al ver que su hija estaba preñada  y abraza fuerte a los dos porque un nieto en sus brazos pronto tendría.
         La noche ya se oscurece, el cielo cuajado de estrellas, alumbrando su camino, igual que ilumina  la  hoguera de los pastores en Belén, igual que alumbra la candela cuando se está en el Rocío, porque igual brillan las estrellas en Sevilla, Belén o El Rocío.


Si Sevilla es Rocío,
y Rocío es Belén,
Sevilla es Belén.

Donde florece la vida,
de una tierna María,
que preñada de alegría,
suspira por quien la cuida.

Y el que la cuida es José,
de alma sincera y pura,
pidiendo a la blanca luna,
que venga pronto Manué.

Si Belén es Rocío,
y Rocío es Sevilla,
Belén es Sevilla.

Donde aflora el arte
de un dulce chiquillo,
que quiso bañarse,
junto al Giraldillo.

Y el río lo acuna,
y lo baña y lo adora,
cantando a todas horas,
su alegre nana de luna.




LA SEÑÁ SANTANA

Cuando la “Señá Santana”
Cantaba la nana a su nietecillo
Como le sonreiría
Mientras se dormía el dulce chiquillo
Y cantarían con ella
La luna, la estrella y los pajarillos.
Un ángel que vuela y rompe a cantar
Para que la abuela no pierda el compás.
Y así nacería por aquellos días, la nanita nana
Así todavía se canta en Triana.
¡Ay nana nanita!
¡Ay nanita nana!
Canta la abuelita Señora Santa Ana
Y con voz muy queda guitarra y campana
Corre por Sevilla la nanita, nana.

Sobre el pecho de la abuela
Hecho de canela el niño ha “dormío”
Mientras su nana le canta
También a la santa el sueño ha “rendío”
Y un ruiseñor al mirarla
Por no despertarla se vuelve a su “nío”
Un ángel que vuela y rompe a cantar
Para que la abuela no pierda el compás.
Y así nacería por aquellos días, la nanita nana
Así todavía se canta en Triana.
¡Ay nana nanita!
¡Ay nanita nana!
Canta la abuelita Señora Santa Ana
Y con voz muy queda guitarra y campana
Corre por Sevilla la nanita, nana.
Nana, nana ¡ay la nana!
Nana, nana de la Señora Santa Ana.
Cuando la “Señá Santana”
Cantaba la nana a su nietecillo
Como le sonreiría
Mientras se dormía el dulce chiquillo
Y cantarían con ella
La luna, la estrella y los pajarillos.
Un ángel que vuela y rompe a cantar
Para que la abuela no pierda el compás.
Y así nacería por aquellos días, la nanita nana
Así todavía se canta en Triana.
¡Ay nana nanita!
¡Ay nanita nana!
Canta la abuelita Señora Santa Ana
Y con voz muy queda guitarra y campana
Corre por Sevilla la nanita, nana.
Sobre el pecho de la abuela
Hecho de canela el niño ha “dormío”
Mientras su nana le canta
También a la santa el sueño ha “rendío”
Y un ruiseñor al mirarla
Por no despertarla se vuelve a su “nío”
Un ángel que vuela y rompe a cantar
Para que la abuela no pierda el compás.
Y así nacería por aquellos días, la nanita nana
Así todavía se canta en Triana.
¡Ay nana nanita!
¡Ay nanita nana!
Canta la abuelita Señora Santa Ana
Y con voz muy queda guitarra y campana Corre por Sevilla la nanita, nana.
Nana, nana ¡ay la nana!
Nana, nana de la Señora Santa Ana.



VII (POR LA PUERTA DE JEREZ)

         Llegando a la Puerta Jerez y tras dar de beber a su borriquilla, descansan sus macerados pies para continuar su andadura. María ya nota que la hora está cerca y que la profecía del arcángel Gabriel está a punto de cumplirse.
         María, fatigada y somnolienta, se acerca a la fuente para refrescar su cara, y en el resplandor de sus aguas, la fuente le habla.



Y la fuente la mira,
y la fuente gorjea,
sintiendo en sus aguas,
sus ojos canela.

Y la fuente suspira,
y la fuente desea,
sentir en su fragua,
su cara de seda.

Y la fuente adivina,
su niño de veras,
cantando hasta el alba,
envidia sincera.











CARITA DIVINA


Envidia tiene la fuente de color
de su carita divina, de su carita divina.

Y yo estoy viendo en la frente de mi Dios
una corona de espina.
Que dolor; que dolor
una corona de espinas.

Pastores de la laguna,
ponerse todos a llorar
que el niño que está en la cuna
en una cruz morirá,

Envidia tiene la fuente de color
de su carita divina, de su carita divina.

Y yo estoy viendo en la frente de mi Dios una corona de espina.
Que dolor; que dolor
una corona de espinas.

La noche de nochebuena,
ponerse tos a cantar
que esa carita morena,
sonríe por no llorar.

Envidia tiene la fuente de color de su carita divina, de su carita divina.

Y yo estoy viendo en la frente de mi Dios una corona de espina.

Que dolor; que dolor una corona de espinas.





Envidia tiene la fuente de color
de su carita divina, de su carita divina.

Y yo estoy viendo en la frente de mi Dios
una corona de espina.
Que dolor; que dolor
una corona de espinas.

Pastores de la laguna,
ponerse todos a llorar
que el niño que está en la cuna
en una cruz morirá,

Envidia tiene la fuente de color
de su carita divina, de su carita divina.

Y yo estoy viendo en la frente de mi Dios una corona de espina.
Que dolor; que dolor
una corona de espinas.

La noche de nochebuena,
ponerse tos a cantar
que esa carita morena,
sonríe por no llorar.

Envidia tiene la fuente de color de su carita divina, de su carita divina.

Y yo estoy viendo en la frente de mi Dios una corona de espina.

Que dolor; que dolor una corona de espinas.
        
VIII (LARGA AVENIDA)

         José empezó a inquietarse porque no sabía dónde irían a poder pasar la noche, que ya caía fría y solitaria. Cruzaron la larga Avenida, despacio, cansados, pero iluminados de blancos destellos que rociaban su marcha.
         Y entre los blancos destellos uno brillaba con especial anhelo, guiando el camino bajo las estrellas, cuidando a María en su larga espera.

En el cielo ya brilla
una   gran estrella,
anunciando al mundo
 una buena nueva.

Luz que ilumina
la larga avenida,
luz que cobija
una larga espera.

Estrella de Oriente
venida a Sevilla
destellos de plata
de amor encendida.










SACA AGUA DEL POZO

En su camino a Sevilla
 una estrella se veía, ¡ay leren!
Una estrella se veía.

Caminaban con prisa
y la estrella los guiaba, ¡ay leren!
y la estrella los guiaba.

Tras la noche dormida,
tras la noche cerrada.
Una estrella los seguía
y al niño Manué esperaba.

(estribillo)
Saca agua del pozo
ponla a calentar
pa bañar al niño
que ha nacido ya
pa bañar al niño
que ha nacido ya. (bis)

Un ángel los avisó
a tres pastores que cenaban, ¡ay leren!
a tres pastores que cenaban
que viajaran pa Sevilla
y que aquel niño adoraran, ¡ay leren!
y que aquel niño adoraran.

Una estrella con su luz
el camino iluminaba
y se quedó en el portal
donde se les esperaba.

(estribillo)
Saca agua del pozo
ponla a calentar
pa bañar al niño
que ha nacido ya
pa bañar al niño
que ha nacido ya. (bis)




IX (EN EL ARQUILLO)

         Llegando a la Plaza de San Francisco, una luz intensa les llama y con un suave resplandor señala un lugar, recogido, protegido de la cruda noche. José no lo duda y le dice a María que allí pasarán la noche y descansarán hasta llegar la mañana.
         Al llegar al Arquillo vieron un pequeño pesebre, donde un buey dormitaba plácidamente acurrucado al lado de un montón de paja seca. José pensó que era un buen lugar, tranquilo, seco, protegido del viento y del relente de la noche. Adecentó un poco el lugar colocando a la borriquita cerca del buey y amontonando la paja para poder hacer un camastro donde dormir. María se tumba para poder aliviar los dolores que ya le aquejaban; José, rendido por la caminata sucumbe rápidamente al sueño merecido.




En el arquillo que hay en Sevilla,
se cobija una familia,
parecen figuras de barro,
parecen hechas de arcilla.

Bajo la noche estrellada,
se vislumbra la ternura,
de María embarazada
y José mirando la luna.








NOCHEBUENA ROCIERA

Al portalito claro que hay en Belén
mi estrella marismeña me lleva a él.         

La arena parece nieve
y los pinares abetos,
la ermita es el portal
y los pastores romeros.

Vámonos pal Rocío que es Nochebuena  
que el niño tiene frío y me da pena.

El niño de la Virgen recién nacío
quiere ser pastorcito de mi Rocío.             
Si en vez de nacer en Belén
nace el niño en el Rocío
los zahones y el sombrero
los reyes le habrían traío

Vámonos pal Rocío que es Nochebuena     
que el niño tiene frio y me da pena.

La cigüeña del coto tan rociera
en lo alto la ermita vuela que vuela.       

Al pastor de la marisma
adoramos en navidad
como soy pobre le traigo
solamente mi cantar.

Vámonos pal Rocío que es nochebuena    
que el niño tiene frío y me da pena.





X (YA NACIÓ)

         Llegada la medianoche José, en su duermevela, cree escuchar un leve llanto, dulce, musical. José se despierta y su mirada busca con desespero a su esposa María, que acurruca entre sus brazos un hermoso niño. Ambos se miran y sonríen porque la alegría ha superado  las penas del camino.

Madera y Sol
para José.
Para María
Romero y Luna.

Y un canto
de Amor y Fe,
para ese niño
que está en la cuna.

Ya nació Jesús,
pobre entre los pobres,
inundando con su luz
la miseria de los hombres.













Y OCURRIÓ


Hacia la marisma caminaban
Cuando se detuvo aquella estrella
María notó que se cumplían
Las lunas de sus cuentas
(Estoy de parto.  Creo que estoy de parto)


En Belén un establo encontraron
Viento, lluvia y frío tras la puerta
Ay José acurrúcame un poquito
Que el momento se acerca
(Y estoy temblando. Mírame estoy temblando)


Y ocurrió
Lo que ya estaba escrito,
Que la virgen tuviera en aquel pesebre un hermoso niño,
Gloria a Dios y a su madre divina,
Que dio a luz en Belén cuando iba de paso por las Marismas





XI (LOS PASTORES)

Guiados por la luz de aquella extraña estrella acudieron al pesebre gentes de todos los barrios: alfareros de Triana, odreros del Salvador, carpinteros de San Lorenzo,  pícaros del Arenal, panaderos de San Andrés, hortelanos de la Macarena,...
Y poco a poco esa luz iba llamando a toda la gente de bien, a toda la gente buena, que abrió su corazón para que Jesús aquí naciera.
Y los últimos en llegar fueron los pastores, venidos desde los campos cercanos a la ciudad.

Venid pastores,
gritaba la gente,
 dejad los zurrones
y bebed de la fuente.

Venid pastores,
a ver a este niño,
nacido entre pajas,
romeros y mirtos.

Venid pastores,
y traerle abrigo,
sones de tambores
y harina de trigo.

Venid pastores,
y al niño cantarle
con voces de seises
al caer la tarde.






CANTAD PASTORES


Pastores venid, pastores llegar
adorar, adorar al niño que ha nació ya
pastores venid, pastores llegar 
adorar, adorar al niño que ha nació ya (bis)
Brilla el sol por la mañana
con clara y hermosa luz
canta María la nana
mientras que duerme Jesús.

Cantar pastores, que esta noche nace el niño.
Cantar pastores a ese niño tan bonito.
 Cantar pastores pero fuera del portal,
 que se ha dormido y se puede despertar.
Yo le traigo miel,
Yo un gran mazapán,
Yo una  piel de o ve ja,
Yo un lindo pañal.
(Y el niño se duerme con este cantar)

Cantar pastores, que esta noche nace el niño.
Cantar pastores a ese niño tan bonito.
 Cantar pastores pero fuera del portal,
 que se ha dormido y se puede despertar.

Mira como suenan,
las campanillitas de la Nochebuena.
La Virgen lavaba, San José tendía,
y el niño lloraba de frío que hacía.

La mula le gruñe,
el buey le vahea,
y el niño de Dios
dormido se queda.

Cantar pastores, que esta noche nace el niño.
Cantar pastores a ese niño tan bonito.
 Cantar pastores pero fuera del portal,
 que se ha dormido y se puede despertar.
Pastores venid, pastores llegar
adorar, adorar al niño que ha nació ya.




XII (TRES REYES)

Tras días de espera y atraídos por los rumores que ya circulan por toda la ciudad, aparecen en el portal tres hombres de magos vestidos. Los tres, presentes le traen para que recuerde siempre la ciudad que le vio nacer, pues en el corazón de los hombres puros no sirven las riquezas



Tres Magos han venido,
guiados por una estrella,
para ver al recién nacido,
Rey del cielo y la Tierra.

Uno viene desde Triana,
y le trae dulce romero,
para que aromen los cielos,
con sabor de azúcar de caña.

Ya viene otro por el  Arenal,
con rica cesta de pestiños,
de azúcar para ese niño,
con dulzura celestial.

El tercero le trae canela,
en ramas y hierbabuenas,
gitano de piel morena,
del barrio de la Macarena.

Tres Reyes de mi Sevilla,
guiados por una estrella,
para adorar a ese niño,
que vino  en noche buena.










 (OLÉ, OLÉ, OLANDA)

Ya vienen los Reyes Magos,
ya vienen los Reyes Magos
caminito de Belén,
olé, olé, olanda, olé,
olanda ya se fue,
cargaditos de juguetes,
cargaditos de juguetes
para el Niño entretener.
olé, olé, olanda, olé (...)
Dicen que nació,
dicen que nació
sin pañales ni ropa ninguna,
y la misma Luna
sábanas le dio.
Madre, dame la zamarra,
madre, dame la zamarra,
que la quiero regalar,
olé, olé, olanda, olé (...)
porque el Niño está arrecío,
porque el Niño está arrecío,
tiritando en el Portal,
olé, olé, olanda, olé (…)